jueves, 27 de junio de 2013

Fiestas nocturnas en el Restaurante de la Playa Los Llanos

Sueño de una noche de VERANO 2013

Se habían recibido instrucciones bien claras. Además de los limitadores de sonido había que extremar los cuidados contra la natural expansión acústica.
La música machacona a lo largo de toda la semana a un nivel de volumen prudente sólo podia molestar a los bañistas. Desde cualquier ángulo de la reducida playita de Los Llanos era imposible substraerse a la música del "restaurante" Palapa. Abierto al público con capital público y titularidad pública para defensa del derecho al ocio de la ciudadania, aunque como fin encubierto la imperiosa necesidad de obtención de beneficios. Para una persona que pensara en disfrutar el día en la playa le resultaría hoy difícil ante la incesante música ,que se detiene lógicamente a unos niveles un poco más prudentes durante el uso del restaurante propiamente dicho. La música, para entendernos, es una llamada.


https://soundcloud.com/eventos-nivaria/13062401-1

En realidad es un "test" de las futuras terrazas de verano a lo largo y ancho de los terraplenes del Palmetum.

En base a las "normas de convivencia" establecidas por el mismo ayuntamiento capitalino hay que colegir que el sonido es una de las molestias más invasivas. Pero si quien lo promueve es el Ayuntamiento entonces es música celestial.

Ya habrá tiempo para gestionar el traspaso rentable a manos privadas de lo que en la actualidad es un "restaurante" sobredimensionado con un personal adecuado a fines más amplios. Y es que faltaba por ver el uso "alternativo". Siempre claro está que se le haga apetecible a las manos privadas la inversion, lo cual no se va a lograr como restaurante de tapas playero puro y duro.

Hasta ahora, al menos que yo sepa, el uso como restaurante "no apto para grupos" es lo que he detectado. Un restaurante para grupos es mucho más bullicioso y suele conllevar alguna celebración o evento de algún tipo aparejada. Lo mismo cuando se apruebe el nuevo plan especial pueden colocar un castillo infantil en algún tramo de playa restante. Ya lo hacen en el suelo de el parque exterior al parque maritimo, en zonas aledañas al muellito y a la fuente cercana.

Pero el tipo de música no dejaba lugar a dudas sobre los futuros destinatarios de la misma. No se trata de una cena romántica a la luz de la luna sino más bien de una despedida de soltero, de una fiesta de cumpleaños, de una estupenda fiesta playera nocturna con comida previa para cubrir el bulto. De una celebración en grupo para entendernos ahora que casi no hay bañistas ni paseantes, o simplemente no los hay a esas horas. Como se desconoce el aforo del restaurante tampoco se puede discernir el alcance de las mismas.Es de presumir un buffet que mejore las posibilidades de aforo, y por lo tanto la rentabilidad del evento.

El asunto , desde el punto de vista acústico, es que los participantes no tienen limitador acústico a sus naturales muestras de disfrute junto al mar.

Y que cualquier bañista intempestivo se va a sorprender de el jolgorio que sin duda le llegara en primer plano.

La playa de los Llanos es la única playa de centro ciudad y además tan pequeña que no hay espacio para "montar varios ambientes". Me refiero a montar , por ejemplo, un campeonato de Voley Ball mientras el resto de usuarios pueden realizar con normalidad sus actividades.  Con la sola implantacion del "restaurante" el ayuntamiento ha dejado claro el 10% del Parque Marítimo, que según ubican las vallas amarillas que me recuerdan las playas porteñas argentinas, es más bien un 20%.

Cuanta más pequeña es una playa más se suele hacer patente la necesidad de enervar normas de convivencia. La norma del Restaurante es un entorno de música - del tipo que sea- sin parar. Y esto no es compatible con todos los usuarios ni es justa imposición en un entorno que no está pensado jamás para que mande la música. A la playa, en general, se va a cosas más sencillas. Y tanto es así que el mismo Ayuntamiento prohibe la reproducción musical en sus carteles.

Hasta ayer mismo existía una convivencia más o menos armónica donde tenían cabida actitudes y actividades que están terminantemente prohibidas en playas más concurridas y grandes.

Sin embargo estos señores del Parque Maritimo siguen queriendo hacer prevalecer de que el ruido no es un obstáculo, sino todo un aliciente para su espíritu de negocio. Les aseguro que la música constante no es un aliciente para un día de playa normalito y corriente. Salvo que el público asistente sea primordialmente juvenil como se favorece ante las inexistentes medidas de accesibilidad al parque. Y aún creo que a la playa no se va a escuchar música por antonomasia.

Dado que organizar un grupo o fiesta por las mañanas resultaría harto incompatible con la actividad normal en una playa se pretende ahora establecerlo y consolidarlo por la noche.

Sin embargo el entorno es el mismo. Y las circunstancias son las mismas. El ayuntamiento está haciendo una defensa a ultranza del ocio porque así le conviene a sus fines. Y sus fines son recaudatarios. Porque crear empleo se crea en cualquier parte idónea.

La barra junto al restaurante provista de taburetes adecuados, luces de iluminacion indirectas, más el foco gigante para iluminar el entorno natural de la playa realzan el conjunto.

Mientras el muellito, al otro lado del recinto del Parque Marítimo, permanece en la oscuridad total. Para que su suelo levantado no sirva de lugar de accidentes.

Todo está listo para cumplir con el sueño de una playa con bocadillos de tortilla porque quietos no nos podemos estar.

Estupendas fiestas que se tratará que no se salgan del tiesto sin que sepamos que pasará con los accesos a la misma a partir del cierre del Parque Marítimo. Porque el parque cerrará conforme a un horario, pero la playa de todos no tiene horario ni calendario. Al menos que yo sepa.

El entorno del parque marítimo en la actualidad es un entorno abierto que sirve de lugar de encuentro a estupendas parejas que se reparten junto a la Casa de la Pólvora y los alrededores del Auditorio. Y en el pasado fue un lugar de botellones en esos mismos entornos.

El aforo del "restaurante" del Ayuntamiento reconvertido en playa de eventos podrá rondar las cien personas.  Y téngase en cuenta que se puede empatar la fiesta con la choza próxima que existe subiendo las escaleras de la playa hasta el parque maritimo.

El asunto, como de costumbre, es cuánto ruido pueden tolerar los bañistas sin decir esta boca es mía, y cuánto ruido tolerarán los vecinos especialmente ahora que no sólo hay que considerar la fuente acustica principal en la playa, sino el ruido auxiliar o externo que estas actividades generan.

Con la canícula creo que no es exigible que los vecinos cierren sus ventanas o pongan el aire acondicionado. Y no me refiero al sonido directo de la playa, sino todo al sonido generado auxiliar que en la zona de la que hablamos es especialmente alto al estar un tramo de autopista encubierto en la Avenida de la Constitución.

Nuestra capacidad para discriminar el sonido puede hacer razonable el ruido generado por una terraza como la de la trasera del Palacio de Justicia siempre y cuando no se generen alborotos en las proximidades. Y para ello se hará preciso "la defensa a ultranza del ocio" mediante el establecimiento de fuerzas policiales de carácter permanente en el parque. Y esto es un costo añadido que no paga el "restaurante".

Se presume pues una gran provocación de la que no sabemos el resultado final porque dependerá de las argucias y de las mañas que se den para convertir el restaurante en un centro de celebración de eventos.

Eventos al aire libre claro. Y por lo visto hasta la una de la madrugada junto al espléndido mar de Tenerife.

Es como en otros tiempos el muellito con sus espléndidas barras hoy desaparecidas. Sólo que ahora en la playa.

¿Puede el "restaurante" subsistir con beneficios sin el uso como sala de eventos al aire libre? Mi parecer es que no . No con la plantilla actual. Asi que lo mejor que puede hacer el Ayuntamiento es defender los puestos de trabajo que ha creado manteniéndolos en el lugar adecuado.

¿Llegará a imponer la música continua a los bañistas como un "aliciente" más al baño? Porque no nos engañemos. He dicho bien : baño. Porque en nuestra playita se bañan hace mucho tiempo los niños, y los mayores sin problemas para andar.....

Tratándose de una iniciativa pública de mi ayuntamiento no puedo menos que desear suerte y mucha. Porque aunque creo que he dejado claro en otras partes de este blog mi particular punto de vista sobre el estado de mi país y de su economía, no debo menos que aplaudir una iniciativa pública aunque sea en este caso fallida y equivocada. Que pena que estas osadias no tengan lugar en el campo de la industria, del comercio creativo, de la investigacion. Y que tenga que aproximarnos al mundo de la "farándula" como único camino de salida. O el de la insolidaridad y irrespeto con la vecindad porque lo único que cuenta es ganar dinero a todo trance. 

Nos despedimos , por el momento, de los farolillos rojos y de las cortinas mosquiteras del restaurante Palapa mientras la oscuridad cierra incluso nuestros sueños.

Quizá soñemos a continuación en la fiesta nocturna de la novela Últimas tardes con Teresa de Marsé y nos demos cuenta necesariamente del carácter de su protagonista.












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