Queridos amigos:
Les quiero invitar a todos −y con
el vínculo que da la amistad, pedirles el calor y la generosidad de su
presencia− a la presentación de mi segundo libro, El sillón de pensar, que
tendrá lugar pasado mañana, martes 14 de junio a las 19.30 en el Casino de
Santa Cruz. La verdad es que el salón principal del Casino impone por su
historia y por su tamaño, así que a ver si podéis venir y lo transformamos en
una prolongación de la sala de estar de Taiba: espero que mi presentación tenga
el mismo tono que nuestras comidas y charlas antropológicas y ese mismo sabor
de familia.
Por eso hoy titulo mi artículo El
sillón de pensar: problemas culturales, soluciones culturales. Ese es el suelo
de nuestras comidas antropológicas: qué bien salió la última en la que 37 bocas
hambrientas dieron cuenta de bocadillos y de la filosofía de Julián Marías.
Muchas gracias por vuestra colaboración y ay seguiremos pasado el verano. Un
abrazo y hasta el martes a todos los que puedan. Iván
MI artículo de hoy:
"La solución al problema
educativo de la juventud no es educativa sino cultural. Si toda la
cultura conspira con toda la fuerza de persuasión que tiene para que el
niño o el adolescente se libere, si se exalta desde todas las tribunas
su derecho a ser libre, su derecho sobre su cuerpo, su tiempo y su vida,
sin dar nunca instrumentos que orienten un uso cívico de su libertad
¿qué podemos esperar?". Con esta clarividencia lo expresaba Javier Gomá
en una entrevista de 2009: ¿algún problema de mayor calado?
Me sirve la cita para compartir la alegría de que esta columna ha crecido y se ha hecho libro: Problemas culturales, soluciones culturales. El sillón de pensar. Lo presentaré en el Real Casino de Santa Cruz de Tenerife el 14 de junio a las 19.30: están todos invitados. Proponía Gomá
"progresar de la liberación a la emancipación, de la vulgaridad a la
ejemplaridad". Y me parece una síntesis de la tarea cultural a la que
también pretende colaborar mi trabajo.
¡Cuánta importancia posee algo tan básico como sentarse a pensar! Relata Julián Marías
en sus Memorias la anécdota de su maestro Ortega y Gasset
, quien recomendaba a sus alumnos: "Acostúmbrense ustedes a pensar todos
los días un rato, aunque sean diez minutos. No leer, no tomar notas,
sino pensar. Es fatigoso, pero verán ustedes qué bíceps se les ponen".
En la entrevista referida, Gomá
insistía: "Tenemos que cambiar el lenguaje dominante de la liberación
por el de la emancipación moral. Nuestros intelectuales, artistas,
actores, hasta los políticos y los presentadores de televisión, insisten
una y otra vez en una liberación trasnochada. Eso se ve en la obsesión
por la transgresión". Por eso conviene ofrecer soluciones culturales.
¿Cómo abordar esa ingente labor cultural, y
comprender mejor la vida, la muerte, la educación, la ética, la herida
del tiempo, el sentido, la verdad, la convivencia, el amor, la belleza
interior, las relaciones interpersonales, el cuidado, las ultimidades,
el conocimiento, la felicidad...? En esta columna semanal, y en el libro
que acabo de publicar, ofrezco unas reflexiones breves que introducen
al lector en esos temas para que le faciliten una meditación personalcon
mayor hondura.
Sostenía Ortega y Gasset
en las Meditaciones del Quijote la necesidad de una pedagogía de la alusión:
"Quien quiera enseñarnos una verdad que nos sitúe de tal modo que la
descubramos nosotros". Ese era el modo de proceder que le parecía más
sabio, la "única pedagogía delicada y fecunda". Y esta es la didáctica
que preside estos breves ensayos, pues cada persona necesita razonar por
cuenta propia y configurar sus argumentos personales sin voluntarismos
ni irracionalismos. Así, además, será capaz de educar con mayor eficacia
a sus hijos, y ofrecerá sus convicciones morales para contribuir a la
convivencia democrática y mejorar su calidad ética.
Aunque tal vez convenga añadir que, para el conocimiento de estas realidades profundas, se necesita lo que María Zambrano
llamaba piedad: "Saber tratar con lo otro". Es decir, que para
poder recibir la sabiduría profunda de las realidades éticas,
filosóficas, artísticas, religiosas, etc., no basta con encadenar
razonamientos o silogismos, sino que se necesita una mirada mansa y
respetuosa para recibirlas en el corazón; en definitiva, una actitud
humilde para aprender de todos: "Entonces comienza la verdadera historia
de la libertad y el pensamiento".
Hay que dar y darse en forma de cultura. Así lo expone Christian Bobin
: "Los que nunca leen forman un pueblo taciturno. Los objetos ocupan el
lugar de las palabras. Una vida sin lectura es una vida que nunca
abandonamos, una vida amontonada. Por eso escribimos. Para ir de los
unos a los demás. Para acabar con la parcelación del mundo, para acabar
con el sistema de castas y por fin tocar a los intocables. Para regalar
un libro a los que nunca lo leerán". Por eso, El sillón de pensar. ¿Te sientas?
ivancius@gmail.com
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