viernes, 17 de mayo de 2013

Disfrute vicario y el futuro de Santa Cruz costera... JPR

Disfrute vicario y el futuro de Santa Cruz costera

A veces tengo la impresión de una absurda y artificial construcción que no tiene en cuenta nuestra precisa humanidad y el grado de implicación que esto requiere.

Somos seres imperfectos y el mar nos ofrece entrar en comunión con la naturaleza, pero no desde el paseo viendo los yates de otros en mero ejercicio del disfrute vicario, o sentándonos a contemplar la naturaleza desde una estupenda terraza.

El otro día tuve una pequeña discusión con un miembro de un foro de fotos antiguas de Santa Cruz costera porque nuestro pasado está muy vinculado a un puerto fuerte con capacidad defensiva. A un puerto útil para vivir del natural ejercicio económico que tanto ha representado y representa para cualquier ciudad. Le pregunté si le gustaba bañarse en la costa y me contestó que sí: seguidamente le dije que estábamos de acuerdo y se terminó la discusión.

No obstante un análisis costero muestra un Santa Cruz antiguo mucho más rico en costa para el baño que el actual.

La discusión que cito era por la playa de Valleseco. Soy de los que creo que la técnica adelanta que es una barbaridad y que ahora sí podemos tener en medio de otras infraestructuras lo que queramos acorde a nuestra naturaleza.

Se ha creado en Santa Cruz un espíritu naturalmente nostálgico de las playas del pasado, de las instalaciones del pasado como el Balneario. Sentimiento que creo que los políticos no son ni mucho menos ajenos. Más bien todo lo contrario. De otra manera no se entenderían las acciones de recuperación de playas que hay en curso (playa de Valleseco, Playa Las Gaviotas, etc. ).

Y cada una de estas actuaciones se hace con dinero (perras, parné, dólares, verdes, pasta, moraos, cuartos, efectivo, peculio, monises, plata, guita, esquela, pelas ... ). Ante nuestras peticiones te encuentras con el mismo problema : miedo a perder la estabilidad en el plato de potaje, miedo a la clase política por lo que te puedan hacer, miedo a la empresa privada si no invierte, miedo a que ahora precisamente no se pueda hacer nada por ser tarde, miedo a los "gangsters", miedo por ser viernes o por no atender a la naturaleza precisa de los intereses de todos los que deberían involucrarse en el objetivo.Con tanto canguelo es difícil pensar en algo que no sea el inmovilismo o eternizar soluciones que luego lamentamos.

Ayer escuché otro comentario sobre el agua de mar. Que es muy sana y que la utilizan los países pobres para usos diversos. A mí me recordó el gazpacho andaluz que también era para personas pobres. O a las señoras morenas que antes eran las campesinas y ahora la tendencia es al revés.

Por ahí en la "webe" hay blogs nostálgicos incluso con reconstrucciones futuristas de la costa de Santa Cruz que establecen a medio y largo plazo nuevas configuraciones del Santa Cruz costera.

Aunque nuestra sociedad se está volviendo más implacable que nunca merced a la robotización lo cierto es que cualquier cambio es posible y además en un espacio de tiempo revolucionario, pues al igual que en el colorín "Tintín en América" donde te quedas dormido una noche amanece una ciudad al despertar. 

Lo cierto es que no todas las actuaciones parecen orientadas a satisfacer nuestra naturaleza, sino más bien a imponer otro orden de cosas atendiendo a factores económicos. Y así se ha llegado a lo que hemos llegado. Y no solamente en la costa, sino hasta en las playas cuyas olas bañan nuestros corazones.

No se debe establecer como costumbre analizar las ideas por su capacidad de bañar nuestros bolsillos. 

Frente al discurso del sacrificio de nuestra naturaleza se impone oponer otros razonamientos también válidos y compatibles. Y no dejarnos llevar por un discurso espurio y sesgado que sólo atiende a los intereses de unos cuantos por poderosos e importantes que sean.

Y si desde la actuación interesada y privada no interesa una explotación que anteponga ciertos intereses, pues entonces entrar en el campo de la auto gestión pública con las debidas garantías.

Hay que limitar claramente lo que está fuera de lugar, lo que se anteponga a las personas que deben ir primero. Y para ello hace falta una casta política que se adapte y que sirva a las personas antes que a las máquinas o al dinero.

Por difícil que parezca, y pese a su tinte idealista, hay que intentar convencer de que ganando un poco menos, o tardando un poco más de tiempo, se puede hacer de forma alternativa ante la oposición de ciudadanos - no clientes- ya un poco cansados de que se les tome por el pito del sereno. Y es que con el tiempo nos hemos europeizado. Que sea para bien manteniendo nuestra pasada identidad o recuperándola. Porque algo que nunca entenderé es como se legisla casi todo desde afuera y luego con la contundencia de un mazazo se da notificación del adelanto aprobado. Pero esto es algo que ladea el hacer de nuestros políticos que son convertidos en un mero equipo de gestión supeditado, pero eso es otra historia.....

Tampoco es tan grave doctor querer bañarnos. El agua viene en el catecismo.

Si te ha gustado : pinta, colorea, copia y distribuye. 

JPR

Fuentes

Siete miradores y diez terrazas ante la Plaza de España

Santa Cruz de Tenerife playa ya